viernes, 18 de mayo de 2012

Chaves, Orellana y Altamirano.


Torre del Alfiler. 


Torre defensiva de la muralla de la alcazaba. 




El remate metálico recuerda la almena que tuvo la Torre hasta que fue derribada como en otras palacios de la nobleza castellana por la Reina Católica como muestra de su poder sobre la nobleza.



Linaje Chaves.



El apellido Chaves es de origen portugués, el cual significa llaves en este mismo idioma. Pero una de sus ramas pasó a España para dar origen a la familia así apellidada. Las noticias que se tienen sobre su tronco original se basan en el año 1160, fecha en que Garci López y su hermano Rui López, contribuyeron a la conquista de la villa de Chaves, por lo que recibieron del rey Alfonso Enriquez el encargo de poblarla y tomando su nombre por apellido dieron con ello nacimiento al muy ilustre y estimado linaje de Chaves. Este linaje se extendió por España, pero principalmente por el sur de la misma, concretamente en Andalucía y parte de Extremadura.
En la época de la conquista española hacia los países americanos, trajo consigo de que el apellido se ramifique, por ello la latinoamericación es la de Chávez.



Escudo de oro, cinco llaves de azur. Bordura de gules con ocho aspas de oro.






Linaje Orellana.


De plata, diez roeles de azur puestos 3, 3, 3 y 1. Bordura de gules con ocho aspas de oro.










Alcázar de los Chaves. Junto a la Puerta de Santiago que da paso al recinto amurallado.


El edificio debió pertenecer a los Altamirano igual que todos los edificios que siguen la muralla hasta el Arco de Santiago.


Luis de Chaves es el propietario del alcázar-palacio de los Chaves y los Cárdenas. Será la Torre del Alfiler la torre del homenaje de su palacio.




Parte del alcázar de los Chaves es la Casa de la Cadena. Ahora establecimiento turístico que abre sus balcones a la Plaza Mayor. Situada frente al palacio de los Pizarro, marqueses de La Conquista.



En el siglo XIV, en 1335, el Rey Alfonso XI, concede a su camarero Juan Alfonso Altamirano, servidor de la cámara del Rey, mediante el privilegio rodado, el señorío sobre la aldea de Orellana, aumentado su dominio sobre 50 vasallos más “sobre los 20 pobladores” ya existentes.




El día 3 de enero de 1341, mediante escritura fechada en Trujillo, fundó Juan Alfonso de la Cámara el mayorazgo de Orellana en la persona de su hijo primogénito, Pedro Alfonso. Éste recibió todos los bienes que constituían el patrimonio del señorío, que en esos momentos estaba formado por la casa solariega de la Alberca en Trujillo, la Casa Fuerte de Orellana, dos casas más en Trujillo y otros bienes en el lugar de Orellana, como molinos y norias, situados a orillas del Guadiana, y las tierras de pastos y cultivos de su demarcación.






Alcázar de los Chaves frente a la iglesia de Santiago.



Marina Alfonso de Orellana, hija mayor de Juan Alfonso Altamirano casa con Hernando de Chaves, de Ciudad Rodrigo. Un hijo de éstos, Nuño García de Chaves, se afincó en Trujillo al casarse con Mayor Álvarez de Escobar, adonde había llegado hacia 1350 para hacerse cargo de los bienes que le había dejado su madre Mari Gil en herencia.

Nuño y Mayor son padres de Martín de Chaves, muere en las  guerras contra los musulmanes ,y de Luis de Chaves. Martín de Chaves recibe el mayorazgo de la Casa de la Cadena junto a la Torre del Alfiler y de el vienen los Chaves-Orellana. Luis de Chaves el Viejo, el segundo de los hijos, casa con María de Sotomayor, hija del maestre de Alcántara don Gutierre de Sotomayor, I  conde de Belalcázar.

Luis de Chaves el Viejo es el personaje mas importante de Trujillo a fines del siglo XV. En la guerra civil de 1475 a 1479, entre la princesa Isabel y su sobrina la princesa Juana La Beltraneja, apoya siempre a Isabel. Isabel reconoce este apoyo y pasa  largas estancias en el alcázar de los Chaves.


Alcázar de los Altamirano. Situado al final del recinto amurallado.

La construcción del edificio la comienza Fernán Ruíz de Castro, luego Altamirano. Fue una de los personajes mas destacados  en la reconquista de Trujillo.

La ciudad fue reconquistada definitivamente por los cristianos el 25 de enero de 1232,  en tiempos de Fernando III. 

Cuenta la leyenda que la Virgen de la Victoria se apareció a los soldados cristianos en el Arco del Triunfo antes de que consiguieran reconquistar la ciudad, venciendo a los árabes que había en ella, anticipándoles el resultado de la batalla.
 Juan II de Castilla le concedió el título de ciudad en 1430.



En campo de plata, diez roeles de azur puestos en tres palos de a tres y uno en punta


jueves, 17 de mayo de 2012

Trujillo.Cáceres.



















Fotos anteriores, Plaza Mayor. Palacio del marqués de la Conquista. Sobre los Soportales del Pan.

En el siglo XV Hernando Alonso Pizarro, abuelo del conquistador, hizo construir este palacio en la plaza Mayor de Trujillo.
 


El edificio más importante de la plaza es el Palacio del primer marqués de la Conquista, Francisco Pizarro. Tiene una rica decoración plateresca que asciende enmarcando el balcón de la esquina y culmina con el escudo que Carlos V le concedió.





















Fotos anteriores, Plaza Mayor. Palacio de los marqueses de Piedras Albas. 


Las fotos siguientes corresponden a la Puerta de Santiago y al contiguo alcázar-palacio de los Chaves.










A la izquierda, el escudo inferior corresponde a los Orellana, son los diez roeles o monedas.












Casa de Pizarro. En la parte alta del recinto amurallado. En su estatua de la Plaza Mayor se repite, 

















Casa de la Cadena. 


Se llama así por la cadena que pende del dintel de su puerta, que simboliza el derecho de asilo de que gozaba esta casa por haberse hospedado en ella Felipe II a su paso por Trujillo, en marzo de 1583, cuando el rey venía de tomar posesión del reino de Portugal.


Su confesor, el trujillano fray Diego de Chaves, un dominico que asistió al Concilio de Trento, quiso que el rey se hospedara en casa de sus familiares y por eso gozaba del derecho de asilo. Un privilegio mediante el cual el reo perseguido por la justicia quedaba bajo la protección del señor de la casa y mientras estuviera allí no le podían prender.


En la fachada están los escudos de los Chaves (las cinco llaves) y el de los Orellana (los diez róeles o monedas) sostenidos por tenantes. Según los grabados de Laborde de principios del siglo XIX, esta casa tuvo otra fachada anterior con galerías y ventanas góticas, de la misma época que la torre, de mediados del siglo XV. 


La fachada actual es producto de la reforma que se hizo en el siglo XIX.







Convento de Franciscanas de San Pedro.




 Antes de entrar a Trujillo podemos ver esta portada,